espacios, penetrados
entre piernas de hombre macho
despacio... y, a su vez, raudos
entre forzados y perezosos
tacones altos de hembra enhiesta
en los propios, de aguja tiesa
su hebra lista, enhebra lista
no da puntada sin hilo, la señorita
silencios, ¿cerrados en falso?
enredos, seducidos por esos pasos
se arrastra por el suelo, el susurro guiando
alaridos, de las suelas de tus zapatos
zapatos en negro; en negro y blanco
de punta aguda, cuan aeroplano
tacones altos, tacón lejano
de altos vuelos, de vuelos altos
una espiral retorcida, baila y aspira
el prúrito interno, ordeno y mando
macho y hembra; fulana y fulano
¿fulanito de tal?; una señora, por tanto
un ángel divino está volando
de estrella en estrella, salto a salto
en el cielo negro, cielo estrellado
hombre y mujer; fulanito alado
señora y dama, tal para cual
postrados, bajo el ángulo letal
en presencia de Dios, señor mortal
sometidos a la seducción fatal
en el cielo estrellado, ya cielo negro
en él postrero intento, desde el infierno
perfilan ambos, dibujan en sí mirando
de agua y fuego, el último tango
jueves, 4 de noviembre de 2010
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Precioso tu tango Karul,
ResponderEliminarun saludo.
Bailan las estrellas esta noche un tango cantado por Gardel, esperemos que no sea el último.
ResponderEliminarBellísimo el baile y el poema.