perdigón; uno y un montón
polluelos, todos sus hijos son
corren detrás, calcando el zig zag
del vaivén del origen de la acción
transmitida la vibración
desde la cloaca que los engendró
la respuesta rauda; sin reacción
coreografía sincronizada sin preparación
responden a una llamada interior
corren, saltan; vuelan
espontánea, sin aparente causa; sin error
¿cómo se comunicarán, señor?
¡qué bien que les enseñó!
para doña perdiz, el mayor galardón
¡eso sí que es una lección de educación!
el premio, para la madre que les parió
¡la madre que les parió!
¡no les abandones! ¡ahora no!
¡que el peligro les acecha por doquier!
¡no los dejes solos! ¿es que no ves?
¡un cazador! ella ya le intuyó
mucho antes; mucho despues, él miró
sólo, una perdiz sola halló
sólo, una perdiz sola cayó
uno y un montón
granos de plomo de la misma munición
desde el foco de explosión
¡pim, pam, pum!
un perdigón, la mató
a doce perdigones, salvó
viernes, 12 de noviembre de 2010
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