¡un contrato!, demandas a gritos
el chiste, sin fundamento; palabras
acechan deudas al compromiso
¡si lo sé me meto puta!
trascurre y permanece tieso
erecto, en los infiernos finitos
el desparpajo sin altibajos
se me ha congelado, y lo siento
confusión de rompe y rasga
telares que tejen remiendos
retenes de rasgos parciales
sumas y restas difusas
no lleguemos a las manos
piel adentro, poros estrechos
el hueco despide a los ojos
¿del balcón del alma, ventanas?
por la divinidad celestial
que hasta de sí ha de dudar
ella también es un flan
cuando se abren de par en par
los pozos de la perdición
de la justicia, por ser terrenal
contra la lujuria procaz
los cubre con venda de retal
un poquito de sentido común
¿por compartido? ¿por corriente?
un ser tan normal, el pariente
¿por ordinario o vulgar?
¿qué dices que cuentan de él?
sin función, reza la esquela
ya falleció el más común
en la mengua, estalla la estafa
Sentido Común; ¿con sentido?
no quiero, ni quiero saber
parodia familiar, cruel
¿quién manipula a quién?
martes, 26 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
Bastardos
al mundo entero
las apariencias ponen trabas
una porción exigua, escasa
-según el corte de la tarta-
observa el observador atento
y el globo le explota en la cara
analiza, un sujeto castrado
sus objetos preñados de taras
cada cosa porta su falta
un eunuco no engendra bastardos
pero interpreta un duende perverso
¿es mi hijo legítimo, prestado?
trabaja así un perezoso
forzado por el amo avieso
currante a destajo, complejo
congelado por el paso del tiempo
fotografia atrapada en el reloj
los ojos abiertos no advierten
mira más allá el invidente
toca lo que de la pupila disiente
aquella estrella que rutila
silencio, calla; una sombra
asombroso; sin par, obnubila
antes que mentirosos, cojos
comprender al corazón, ¡què trauma!
misión inútil e insulsa
la razón, una puta casquivana
al mejor postor, fue rendida
y en la penumbra purgan sus culpas
porque quien reacciona no responde
las dos, cada cual en su rincón
pecadores al paredón
el universo y su dios
nosotros y cada uno, ¿somos dos?
más que un conjunto de partes
un todo difuso, mi Señor
las apariencias ponen trabas
una porción exigua, escasa
-según el corte de la tarta-
observa el observador atento
y el globo le explota en la cara
analiza, un sujeto castrado
sus objetos preñados de taras
cada cosa porta su falta
un eunuco no engendra bastardos
pero interpreta un duende perverso
¿es mi hijo legítimo, prestado?
trabaja así un perezoso
forzado por el amo avieso
currante a destajo, complejo
congelado por el paso del tiempo
fotografia atrapada en el reloj
los ojos abiertos no advierten
mira más allá el invidente
toca lo que de la pupila disiente
aquella estrella que rutila
silencio, calla; una sombra
asombroso; sin par, obnubila
antes que mentirosos, cojos
comprender al corazón, ¡què trauma!
misión inútil e insulsa
la razón, una puta casquivana
al mejor postor, fue rendida
y en la penumbra purgan sus culpas
porque quien reacciona no responde
las dos, cada cual en su rincón
pecadores al paredón
el universo y su dios
nosotros y cada uno, ¿somos dos?
más que un conjunto de partes
un todo difuso, mi Señor
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