la meta de la vida sea
ver alejarse al cadáver pútrido
del que en el desierto árido
se deshizo, el destino
camino de gusanos asquerosos
carroñeras y benditas larvas
sacarán brillo a las apariencias
puliendo mi calavera
un buen día
jornada luctuosa y nefanda
cuando todo se ha perdido
y hasta se pierde el alma
a su lado, en el silencio
de los ruidos feneciendo
y muriendo los pigmentos
confundiendo sentimientos
la danza de amor, más cierto
y la guerra del odio intenso
la ira que huye de mi costado
brota en los que están llorando
cada vez que di lo que portaba
perdí el contenido
que fuera mío, en la entrega
y gané el continente
ligero, libre, leve
hoy, fundiéndome con el tiempo
me abandona quien me lleva
me entrega y se desahoga
se ha librado, nos liberamos
él del lastre, de atraparme
yo del ancla que me amarra
y por fin, libres
he cumplido mi sueño
volar sin alas prestadas
lunes, 13 de septiembre de 2010
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De vida.
ResponderEliminarTu sueño es de vida, Daniel.