La Tercera Edad De Los Trapos Viejos

mil borrones añadidos
escritos sobre lo ya escrito
de aquellos tachones de niños
corregidos a gritos

¡que escribas en limpio!

por la misma mano que indujo
a cachetes el miedo pristino
de errores, un rosario primitivo
un error repetido, siempre el mismo

¡que repitas de nuevo lo mismo!

cada aullido
¡a ver! lo sé, por ya haberlo escrito
de haberlas, las hay con h
¿no? ¿no fue ese el desastre?

¡que lo hagas bonito!

viejos pellejos,
peladuras y hollejos
colgaduras y arrugas
la piel manchada por las manchas puras

¡que está muy sucio, te he dicho!

un poco de respeto
a estas canas marranas
por calvas, ni siquiera blancas
¿ni un pelo de tonto por exhibirlo anciano?

¡que mantengas la compostura!

en esos centros tan bien dispuestos
os tenemos en cuenta
reza el cartel en la puerta
"centro para personas mayores"

¿que no son viejos, entonces?

la tercera edad
herederos de aquella primera
en la que fuera tragedia
a los viejos, no cederles la banqueta

¡coño! ¡viejos son los trapos!

¿coño?, mejor exclame... ¡vagina!
por respeto, a eufemismos y eufemistas
y las palabras huecas en las puertas
antesala y trastienda de tantas mierdas

¡coño! ¿coño? de pequeño decía oño

éstas, tan buenas personas
tan mayores, y tan poco viejas
¿de todas las edades, la tercera?
¿el tercero que, en discordia, sobra?

¿...?

¡una medalla de bronce!
en el podio final también os tenemos en cuenta
para con mucho respeto, por supuesto
darnos la última hostia ¡puerta!