¿te sentirias engañada
si siendo yo a quien amaras
pensara sin que tú te enteraras
en otra enamorada?
¿te molestaría que lo confesara
para ser honesto, por supuesto
si no sólo entre tus nalgas
jadeasen mis cabalgatas?
¿por qué repudiarías aquellas veladas
en las que, risueña y excitada
habrías compartido algo más que mi cama
con esa que ahora tildarías de fulana?
¿por qué reclamarías entonces
explicaciones por aquel fraude
que en aquellos momentos feroces
habría sido inversión rentable?
¿habrías preferido, acaso
que para no hacerte daño
hubiera amarrado a la almohada
mis deseos inconfesables?
preguntas sin respuesta
contradicciones opuestas
posibilidades que no son opciones
porque todo esto son conjeturas
valentías virtuales de un cobarde
que no se atrevería ante su esposa
a reconocer el engaño
con la vecina del cuarto
jueves, 15 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Valiente poema. Sentimientos callados, prohibidos, se pronuncian a través de la muda palabra escrita.
ResponderEliminarMe gusta.
Pasaré por aquí.
Un abrazo