pero presta atención a las rarezas
engañan las apariencias
en la raiz que da vida a las violetas
sutil y somera; aun discreta
impera la violencia
a quien atrapa entre sus rejas tiernas
impresa en su ternura, tenue malva
azul intenso, que deslavó el incienso
espíritu, alma; y pienso sin premura
ensimismado en su dulce locura
ya no escapa, y somos ciento
sentimos mientras miramos, viendo
mucho más allá de lo cierto
hipnotizados por su halo, espejo
prendados por el aroma intenso
por fin fui capaz, pausando
vi con mis ojos el fondo de las dolencias
los deseos frustrados y las apetencias
las competencias y las ausencias
el desgarro sin matices del faldón de cristo
insisto, reflejadas en sus hojas sabias
descubrí que nadie es sus apariencias
y que lo que se aparenta es la esencia
ya se ha dictado sentencia
sentenciados a sentir su presencia
algo tienen en común, por tanto
el dolor y el encuentro al que precede
las espinas y la belleza que protege
la muerte que sigue al acomodo
el guerrero rudo y las chapetinas
de la princesa prometida
todo es lo mismo y nada es distinto
ha violado mi muralla fornida
con su dulce sonrisa
y un ramo de violetas lindas
la violencia sumisa
jueves, 31 de marzo de 2011
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