cautivas por tus delicias
se deslizan mis caricias
se mueven
desde la represora avaricia
el cántico del infanticida
ya no es un niño quien mira
otras manos ávidas vivas
detrás de sus complejos frígidos
es un adulto erecto
el que ahora honra y se recrea
y asesina a aquel infante apocado
que todo lo creía
culto a la virgen, promiscua
gel y origen, vaselina
mesalina era divina
la resina; miel y almibar
tú, lujuriosa reina mía
mi diosa cría, puta melosa
prostituta gratuita
mi alimento, sin lamento
mi oración, mi rezo
mi meditación, mi aliento
mi doctora experta
mi medicina
miércoles, 16 de marzo de 2011
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