mi vigilia en tus noches frías
una caricia para las llagas ardientes
la espalda en que apoyar tu frente
el pañuelo que enjuague un llanto frágil
mi pecho para tu gélido desaliento
un loco que te ama sin conocerte
la cuerda que me ata sin anudarme
el que aprendió, por darte, a recibirte
la que de tu generosidad no quiere soltarme
no rechaces tú misma, la lección que te parió
¿qué habrías pensado tú de mi orgullo
si tu oferta sin condiciones y al portador
hubiese rechazado por la misma condición
que hoy interpones entre tú y mi don?
sin negociaciones
sin cheques que avalen al corazón
sin peros, aunques; sin tensión
sin ton ni son
recíbeme tú también, hazme este favor
miércoles, 20 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
sin ruegos,
ResponderEliminarcon la naturalidad con que respiro
tus letras...
me muestras tu esencia
está abierto...