cuando nada tiene futuro
apenas el canto de un duro
encantado, me he quedado mudo
sin palabras, vil embudo
por una damisela en apuros
la sirena detrás de sus muros
en el mar, diosa de sus mundos
sobre la arena, un montón de grumos
paleta torpe; con aletas
a pie, le faltan las piernas
sus brazos no dan abasto
para achicar tal desencanto
de aquellos cantos, estos llantos
han quedado mudos, sus encantos
entre escama y escama, cunde el barro
el lodo, es cama áspera y sarro
tejió telarañas variadas
y hurdió mil artimañas
en sus propias redes se revuelca la araña
desesperada, no se apaña
la pescadilla que se muerde la cola
vuelta y vuelta, se cocina sola
troceada, en mil pedazos
que no soportan sus cedazos
se le escurre el polvo, de las manos
de cien desconciertos, mil codazos
cinceles de aristas diestras
de ásperos lienzos, lijas
sobre un desierto tenso y frío
árido, lleno de cardos, sin nardos
¿quién recuerda sus flores de marzo?
¿quién, siquiera, una flor cualquiera?
murió, ha tiempo, prima vera
en brazos del fulano aciago
hizo acto de presencia el verano
asesinando, asesinado
por el otoño amargo y sus arcanos
presente hermoso, reclama su llanto
pasado horrendo, sonriente y ufano
trae, con el invierno, de la mano
el silencio y la nostalgia
pronto, se soltarán la melena los vientos
llena de tirabuzones y canas
de nieves y crines largas
y mientras tanto la dama
se enfrenta al sueño profundo
gozo descuartizado y difuso
pozo de sus latifundios
porque Morfeo
padre de sus legañas
y dios del inframundo oscuro
se ha declara prófugo
dice que hoy, no da palo al agua
viernes, 8 de octubre de 2010
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