¡sólo yo!
¡qué placer!
¡gracias, señor!
¿solo, yo?
¡qué horror!
¡te detesto, traidor!
un acento
un leve error
una rayita que me sobró
¿por qué no pusiste la tilde
allí donde la puse yo?
quise creer
y recreé
mi ortografía particular
en la tuya, había estado la equivocación
no pude atender, ni entender
que en en mi interpretación
se esconde el hierro que me quemó
solo; sin hacer hincapié en la o
solitario que juego, acentuando sólo yo
veo, lo que me viene mejor
¿tú, traidor?
¡oh, señor!
yo, chatajista chapucero
y gran manipulador
derrotado
por su propia manipulación
martes, 26 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sólo el amor,
ResponderEliminarune corazones
y traspasa fronteras.