una bandada de palomas blancas
cruzadas por leves franjas
mis ojos las vieron malvas
pudieran ser marrones bandas
jugaron con mis semblanzas
luces y sombras; gangas
acechanzas de pocas andanzas
creyente de las apariencias anchas
extrecho, para con las esencias mancas
de todos esos, que no saben de lo que hablan
hijos de ratones; y erratas
todas ellas, mensajeras falsas
de la paz nitida y sin mancha
batían alas, posadas; en la mierda pestilente
urgaban en montones de estiercol
¿sus garras sin mácula?
¿cómo podría serlo? no entiendo
seguramente fueran cuervos
cría muchos de estos, negros
y te comerán aquellos sueños errantes
¡despierta! ¡es otra pesadilla de antes!
me habría preferido muerto
al menos dormido, muy lejos
de aquel espejismo reflejo
explotaron los complejos
era real el entuerto
y las creencias, credenciales prestas
de un ingenuo culto
avestruz vestido de luto
mirando en su agujero oculto
el corazón no siempre encuentra su rumbo
recostado en colchones de latex
suelen ser necesarias las llagas
para entender como el amor se desangra
y llevaban razón equellos herejes
palomas y ratas, en el fondo, se parecen
martes, 12 de abril de 2011
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