cuando ya no opine
ni ganas de hacerlo estime
y en un pozo profundo
sepultado sienta, el ego de perogrullo
cuando en el centro del universo
la diana, quebrantahuesos
quiebre la flecha ufana
de vanos recuerdos, de presagios necios
en medio del justo medio
en el plexo solar intenso
si extenso, falso y tenso
si vacío, eco hueco
cuando el accidente no sea excusa
en el presente accidentado
sin limites, sin lienzos manchados
sin blancos negados, sin negros agotados
cuando eliminados los dos instantes
el pasado turbio
y el futuro anfibio
del futurible pretérito sibilino
las barreras más urgentes
la frontera inexistente
cuando opinión ya no me quede
y, aun opinando, mi orgullo sea breve
domingo, 12 de diciembre de 2010
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A la tercera irá la vencida?
ResponderEliminarPuse comentarios en esta entrada ayer por la mañana, y por la tarde, y ninguno se grabó.
Cuando eso suceda, habrás encontrado dentro de tí, el Instante Perfecto.