amarga la nata real
dulce cremoso
que fuera en la imaginación
una ilusión que no cuajó
la leche que no mamó
el suero que se perdió
la saliva que no vertió
la agria sensación
el drama de la conmoción
una pobre moción
que a emoción no ascendió
prohibido ejecutar lo que soñó
agazapado
en pesadillas sin función
y en la almohada que la estropeó
el aborto que no abortó
letal, el encuentro fatal
más bien, desencuentro vital
mil espermatozoides no fueron suficientes
el último, tampoco acertó
martes, 14 de diciembre de 2010
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Sigue intentándolo, te saldrán esas alas que buscas y con ellas volarás por los más hermosos sueños, se convertirán en ideas que puestas en práctica te llevarán; sin dolor, sin esfuerzo, a disfrutar y dejar atrás el sufrimiento.
ResponderEliminarA veces los desencuentros no necesitan de nada más, son sólo eso, desencuentros vitales y en el momento en que se producen dejan de tener sentido... e incluso recuerdos.
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