para no perder el norte
de oriente a poniente
viaja el torrente
de luz permanente
con el sur como baluarte
la brújula de nuestros soles
iluminando a la luna en la noche
desde las oscuridades atroces
noctámbulo peregrinaje
de peregrinos ficticios
sin oficio ni beneficio
que de día... ¿de día?
un rato despiertos, porfían
¿qué dices que te decía
esta madrugada cuando dormías?
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Me decía: pronto será de día, el dios de la luz calentará tu rostro y una vez más sabrás que la vida merece la pena ser vivida y sentida. Conversando se confirmará, porque conversar es el medio para irradiar esa luz, una vez sintetizada en el alma.
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