cae en la trampa el tramposo
juegos con los huecos del otro
los puntos muertos de un verso
entre promontorios diversos
y perodatas cuentistas
un descomunal obelisco
espero, aquí mismo, erecto
me engañas mas lo permito
me doy y te doy permiso
porque no puedo resistirme
a ser penetrado, si te penetro
porque no quiero y deseo
porque siento y estoy sintiendo
aquí, muy profundo
tan adentro
un universo, diverso
eso que piensas y que pienso
eso que no me dijiste
aquello que no te he contado
eso que callo y callaste
el silencio de dos corderos
que se dirigen gozando
aunque engañados
al matadero
sábado, 15 de mayo de 2010
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En poco tiempo, San Juan,
ResponderEliminarPrenderá las vanidades,
Que iluminarán los ojos
Enfebrecidos en sangre.
Ofrendas al Falso Dios,
Corderos que degollaste.
Las verdades ocultadas,
Las mentiras que inventaste.